Pasa frecuentemente que
haya personas que hablan un mismo idioma pero por ser de regiones diferentes,
no se entienden con facilidad. La lingüística varía dependiendo de cada región.
Por ejemplo, me está costando acostumbrarme a decir “duchar” de vez de “bañar”
porque aprendí el español mexicano y ahí se usa más bañarse que ducharse. Gracias
a los atlas lingüísticos podemos ver estas diferencias.
Este blog discutirá
sobre los atlas lingüísticos enfocando en algunos países hispanohablantes como
España, México, Norteamérica y parte de América del Sur.
Para empezar, ¿qué es
un atlas lingüístico?
Según fuentes, un atlas
lingüístico es una colección de mapas temáticos concernientes a un dialecto
hablada en una decretada área. Se examina la
palabra empleada para un cierto objeto, la forma de pronunciar una cierta
palabra, la construcción sintáctica usada en una determinada frase. Para crear
un atlas lingüístico los lingüistas investigan la cultura de los habitantes,
preparen cuestionarios con preguntas específicas y directas para los
candidatos. Las preguntas suelen ser iguales para todas las regiones. Después,
se examina y separar las respuestas dependiendo de las categorías.
El primer atlas
lingüístico fue publicado por Gillieron Jules (Atlas linguistique de la France)
en 1902-1910.
No hay comentarios:
Publicar un comentario