Al principio de
este proyecto, no sabía cómo ni por dónde empezar. Pero durante las
investigaciones empecé a explorar el tema y me pareció muy interesante. Existen
muchos atlas lingüísticos en muchas partes del mundo. Aquí os dejo datos de
algunos atlas. Espero que hayáis aprendido algo sobre este tema igual que yo.
Atlas linguistique de
la France (París, 1902-1910) de Jules
Gilliéron,fundador
de la Geografía Lingüística.
Atlas de Italia y de la
Suiza meridional (AIS), el atlas italo-suizo,
publicado entre 1928 y 1940, con el nombre de Sprachund Sachatlas Italiens und der Südschweiz por Karl Jaberg y
Jakob Jud.
Entre
1939 y 1943, Hans Kurath públicó el atlas lingüístico de Nueva Inglaterra.
En 1953 Manuel Sanchis
Guarner publicó en Madrid su trabajo La
cartografía lingüística en la actualidad y el Atlas de la Península Ibérica,
en una colección titulada “Monografías de Ciencia Moderna”.
En 1960 se publicó el
Atlas lingüístico d'Andorra de Antonio Griera
En 1962 se publicó el Atlas
Lingüístico de la Península Ibérica (ALPI) de Tomás Navarro Tomás con la colaboración
de R. Menéndez Pidal, Rodríguez Castellano y Sanchis Guarne
Manuel
Alvar ha publicado muchos atlas lingüísticos como:
En 1961 se inició la
publicación del Atlas Lingüístico y etnográfico de Andalucía (ALEA) de Manuel
Alvar con la colaboración de Antonio
Llorente y Gregorio Salvador. Contiene seis
volúmenes, fue publicado en Granada, entre 1961 hasta 1973.
1979-1983, el atlas lingüístico
y etnográfico de Aragón, Nayarra y Rioja (ALEANR), 12 vols. en Madrid.
Entre 1975 y 1978 se
publicó el atlas lingüístico y etnográfico de las Islas Canarias (ALEICan).
Entre 1978 y 983 el
atlas lingüístico y etnográfico de Cantabria (ALECant)
En 1995, el atlas lingüístico de Castilla y
León
Atlas
lingüístico-etnográfico del sur de Chile (ALESuCh) por Guillermo Araya en 1973.
El atlas lingüístico de
Puerto Rico (ALPR) de Tomas Navarro en 1974. Los materiales fueron recolectados
entre 1927- 1928: El español en Puerto Rico. Contribución a la geografía
lingüística hispanoamericana.
El atlas lingüístico y
etnográfico de la provincia de Santander (ALES), España, 1977.
Publicado
entre 1981 y 1983 el Atlas Lingüístico y Etnográfico de Colombia por Luis Flórez.
Atlas lingüístico de
México de Juan M. Lope Blanch con la colaboración de Beatriz Garza Cuarón,
directora del Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios in 1984 y 1992. II
vols.
Atlas
Lingüístico de Hispanoamérica por Manuel Alvar y Antonio Quilis en 1984.
Atlas
lingüístico-etnográfico del norte de Chile (ALENoCh) por Ángel Araya en 1985
Atlas
Diatópico y Diastrático del Uruguay de Adolfo Elizaincín y Harald Thun en 2000.
Entre
otros….
Los datos para esta entrada
fueron recogidos del trabajo de Pilar García Mouton, “Los Atlas lingüísticos y las variedades del español de América“, Instituto
de Lengua Española, CSIC, Boletín Hispánico Helvético, volumen 8 (otoño 2006),
pp. 111-122 y del trabajo de Manuel GONZÁLEZ GONZÁLEZ de la Universidad de
Santiago, “METODOLOGÍA DE LOS ATLAS LINGÜÍSTICOS EN ESPAÑA”, IKER 7, pp. 151-177.
Estructura
lingüistica de Chile. En chile hay, a nivel social, seis lenguas reconocidas:
el español, el mapudungu, el aymara, el rapanui, el qawashqar y el yahgan. El
español es la lengua materna de la mayoría de la población, y de investigar sus
variaciones se trata la elaboración del atlas. Los hablantes de lenguas
amerindias no sobrepasan el 4% de los habitantes del país. De estas, el
mapudungu es la que tiene mayor vitalidad, con 400.000 hablantes. El aymara, en
el extremo noreste del país, y el rapanui, en Isla de Pascua. El qawashkar y el
yahgan están prácticamente en vías de extinción. También se habla alemán en el
sur y el croata en el extremo sur, solo son habladas a nivel individual. Fueron
seleccionadas 216 localidades para la encuesta, ocho de ellas son a puntos
fronterizos, situados en Perú, Bolivia y Argentina, con los que localidades
nacionales mantienen contacto de manera permanente. Los puntos de encuestas
fueron multiplicados en los límites que separan cada una de las cuatro grandes
zonas naturales en las cuales está dividido el país, y también se construyó zonas dialectales, como
en la zona de influencia mapuche.
El
criterio general para establecer la red de localidades del ALECh fue la
actividad humana considerada predominante en cada una de ellas agropecuaria y
forestal, minera, marítima, urbana, asociada a las características orográficas
del país: las dos primeras en la depresión intermedia, la marítima en la costa
y planicies adyacentes, y la urbana en las ciudades establecidas en la costa de
los extremos norte y sur del país, y en el valle longitudinal y la pre
cordillera en el resto del territorio. A continuación es el criterio adoptado
para los puntos de encuesta en las cuatro zonas del país:
Los
puntos seleccionados se distinguen con: * = localidad urbana; ** = localidad
marítima; sin asterisco = localidad rural. Y
también se puede ver que has estudiados nueve localidades extranjeras; Perú: Tacna, Bolivia:
Charaña, Argentina: Mendoza; Codihué; Bariloche; Trevelin; Los Antiguos; Río
Gallegos; Río Grande.
Aníbal
Otero nacido en 1911fue una figura importante en la creación del atlas de la península
ibérica, el ALPI. Otero era lingüista y escritor español en lengua gallega y
castellana. Estudió Filosofía y Letras en Madrid. Participó en la elaboración
del Atlas Lingüístico de la Península Ibérica dirigido Tomás Navarro Tomás y
Ramón Menéndez Pidal. Fue detenido en el norte de Portugal en los días
iniciales de la Guerra Civil, donde se encargaba de las encuestas de esa
comarca y de realizar las correspondientes transcripciones fonéticas. Fue detenido
por la policía salazarista y fue entregado a los franquistas el 5 de agosto de
1936, para los militares, los signos del alfabeto fonético eran claves cifradas
de un espía comunista. Fue condenado a muerte y luego le conmutaron esa pena
por la de prisión donde estuvo hasta el año 1941. Su libertad fue concedido con
la intercesión de Ramón Menéndez Pidal,
Rafael Lapesa y el canónigo compostelano Jesús Carro. La tragedia del filólogo
gallego y de sus colegas deviene en un símbolo de la persecución de la razón y
la ruina del conocimiento. Falleció en 1974 en su casa de Barcia, una aldea de Ribeira de
Piquín, de la provincia de Lugo.
Es
interesante ser educado sobre las trayectorias de personas que, con el tiempo
se olvidan por la sociedad, pero que han sido gentes de muchas potenciales como
el caso de este inocente filólogo.
http://www.youtube.com/watch?v=BkxfvXbhO_Q Sé que este video puede trae malos recuerdos pero está
muy relacionado con los atlas lingüísticos. Por favor, no vean tanto el lado negativo
sino el buen acto de Tomas Navarro Tomas en salvar los materiales del ALPI.
El
atlas de Puerto Rico fue realizado por Tomas Navarro Tomas. Este trabajo fue
publicado por primera vez en 1948, segunda edición 1966, tercera 1974 con
materiales recolectados en 1927-1928. Según Enrique Pato[1]
de la universidad de Montréal, (Université de Montréal), 2009, según la Ley de
propiedad intelectual de España, el atlas se considera una obra compuesta,
prestada, sin finalidad lucrativa y para fines de investigación y conservación.
Puerto
Rico consta de 75 municipios y dos pequeñas islas adyacentes de Vieques y
Culebra. Cada municipio encierra en su término, además de la cabeza de la
jurisdicción, varios lugares menores, cuyo número en el conjunto de la isla
representa más de mil núcleos de población. Para designar los puntos más
adecuados al objeto del trabajo fueron tenidas en cuenta las indicaciones de
varias personas especialmente conocedoras del país. Los sujetos examinados
fueron todos analfabetos, fueron, con pocas excepciones agricultoras de 40 a 60
años que apenas habían salido de sus barrios natales con excepción de un
tipógrafo de San Juan, de jóvenes de
Algarrobo, Dajaos y San Lorenzo y hasta cierto punto del ama de Sabana Grande. Las
mujeres no figuraron en primer lugar, fuera de los lugares de Sabana Grande y
San Lorenzo, pero dieron materia abundante a las notas complementarias. Ya que,
muchas partes del cuestionario se referían a herramientas y labores de
campesinos acerca de las cuales las mujeres no estaban al tanto de. Eran
personas de clase más humilde y de una vida más apegada a sus lugares nativos.
Se escogieron con este objeto 41 puntos entre los pueblos puertorriqueños, los
cuales se aumentaron con dos puntos más de la isla de Vieques. En cada lugar,
aparte de las notas recogidas de la comunicación ordinaria, fueron examinadas
una o dos personas mediante un cuestionario de 445 preguntas relativas a
fenómenos de pronunciación, morfología, sintaxis y vocabulario.
Los
lugares y personas escogidas fueron 43, algunos de ellos son[2]:
Aguada.
Adolfo Matos, 45 años. Durante mucho tiempo, jornalero. Posee ahora un pequeño
puesto de frutas y refrescos en una calle del pueblo. Hace con gusto el repaso
del cuestionario y contesta con sencillez y espontaneidad.
Arenales Altos,
barrio de Isabela. Marcos Rosado, 42 años, jornalero. Pasa algunos meses, en
época de zafra, en el próximo Arecibo. Cuesta trabajo hacerle reconocer algunas
figuras del álbum, reacciona con fatiga y lentitud.
Hato Arriba,
barrio de Arecibo. Joaquín López, 45 años, jornalero. Inteligente y servicial,
pero de aspecto enfermizo y palabra débil.
Isabel Segunda,
Vieques. Gabino Meléndez, 59 años, jornalero. Padres, de Vieques; abuelos, de
Cabezas de Fajardo y Cabo Rojo; bisabuelos, españoles. Ha vivido siempre en
Vieques, con excepción de dos o tres cortas visitas a Puerto Rico.
Sabana Grande.
Belén Martínez, 60 años, ama de llaves. Ha servido en casas de su pueblo, de
San Juan y de Río Piedras. Trata visiblemente de refinar su lenguaje.
Comerío.
Juan Bautista Nieves, 70 años, y Avelino Vázquez, 45 años, jornaleros. Recojo
notas de otros vecinos presentes y recibo valiosa información del inspector don
Manuel Cruz, natural del mismo pueblo.
Dajaos,
barrio de Bayamón. Francisco M. Cabrera, 19 años, estudiante. Pasó en Dajaos y
Bayamón sus años escolares. Llevaba unos meses en la Universidad. Conoce bien
las cosas del campo y da información cuidadosa y exacta.
San Lorenzo.
Dolores Machín, 18 años. Hizo en San Lorenzo sus estudios escolares. Los
continuó después en Santurce. Iba con frecuencia a San Lorenzo, donde tenía su
familia.
Los mapas generales son los: Municipios de Puerto Rico, Lugares
estudiados, División diagonal, División central recta, División central
quebrada, Divisiones laterales, Divisiones parciales.
[1]Los datos
para esta publicación fueron recolectados en la página oficial de aquel atlas. http://www.alpr.info/
Por causas de las
tristes circunstancias de España en finales de los años trente, el atlas general, el ALPI (Atlas Lingüístico d la
Península Ibérica), fue interrumpido en sus progresos. Por esta razón, hubo
otros trabajos ya más adelantos como el atlas lingüístico y etnográfico de Andalucía
de Manuel Alvar, ALEA. Se inició la
primera publicación del ALEA en 1961. Este trabajo fue dirigido por Manuel
Alvar con la colaboración de Antonio Llorente y Gregorio Salvado. Es el primer
atlas propiamente regional de la geografía lingüística española. Todos 1os
atlas posteriores del dominio hispánico lo han tenido presente en muchos
aspectos. Alvar, Salvador y Llorente fueron los únicos investigadores que llevaron a cabo las encuestas para el
atlas. Encuestaron 230 localidades, lo que lo convirtió en el atlas con la red
más espesa de los hasta entonces realizados. Los materiales se publicaron en
seis volúmenes que contienen 1900 mapas.
En el ALEA se empleó un cuestionario único que comprende de 2500 preguntas, en las que se aborda de modo diferenciado el estudio
de la fonética (220 cuestiones), de la morfología, de la sintaxis (70 frases de
estructura sencilla) y del léxico (con unas 2000 preguntas organizadas en
campos conceptuales). Los estudios fueron referidos al aceite, la vid, el carboneo,
la ganadería, la alimentación, 1os sistemas de riegos y tantas otras cuestiones
entre las que destacan las dedicadas al mar, que proporcionan mapas específicos
de la oeste, antecedente de estudios futuros como el Léxico de los marineros peninsulares[1].
Más detallado, las encuestas fueron sobre, la agricultura e industrias con ella
relacionadas. II. Vegetales. Animales silvestres. Ganadería. Industrias
pecuarias. Animales domésticos. Apicultura. III. La Casa. Faenas domésticas.
Alimentación. IV. El tiempo. Topografía y naturaleza del terreno. Oficios. El
mar. V. El cuerpo humano. De la cuna a la sepultura. Creencias populares y
supersticiones. La vestimenta. Juegos y diversiones. La religión. La condición
humana. Miscelánea y adiciones a los tomos anteriores. V. Fonética y
fonología. Morfología. Sintaxis. Las ciudades andaluces donde se
realizaron los trabajos son: Huelva = H 503; Sevilla = Se 307; Córdoba = Co
402; Jaén = J 308; Cádiz = Ca 300; Málaga = Ma 406; Granada = Gr 309 y Almería
= Al 508). También se estudian otras ciudades más pequeñas Ca 102: Jerez de la
Frontera, Ca 602: Algeciras y Ma 307;Ronda.
De
acuerdo con las enseñanzas del Atlas Italo-Suizo de Jud y Jaberg, la etnografíatiene una importancia fundamental en la obra y se
manifiesta no sólo en su orientación teórica, también en la presencia constante
de mapas etnográficos, dibujos, fotografías, 1áminas de adiciones y
notas a pie de mapa. De su aportación al conocimiento de la cultura popular[2].
Se ha utilizado, en algunos casos, a las mujeres como informantes y la inclusión
de ciudades en la red de encuesta. El
estudio del habla de 1as mujeres tenía antecedentes ilustres entre los dialectólogos.
Las mujeres fueron consideradas en la dialectología como sujetos arcaizantes. Las
mujeres conservaban una forma de hablar heredada, sin tocar por influencias
externas. En la mayoría del tiempo, usaban a los hombres en las encuestas por razón
de desigualdad. Se consideraban a las mujeres como incompetentes, se explica
que no fueron buenas informantes, en primer lugar, porque, en aquel tiempo, desconocían
la vida del campo, lo cual fue cierto en algunos casos, pero se añade que,
mientras el hombre respondía a las preguntas con el pensamiento, con 1a razón,
la mujer lo hacía con el sentimiento, y que además, se cansaban mucho antes
que el hombre. Al elegir informantes, habitualmente se emplea un solo sujeto nacido
en el lugar, lo mismo que su familia, con dentadura completa, que haya salido
poco del pueblo, preferiblemente analfabeto, de más de cincuenta años.
En
la parte de fonética, en el cuestionario del ALEA se dedica un numero considerable
de preguntas al estudio de la suerte seguida por la -s final, fenómeno de
hondas repercusiones morfológicas, ya que afecta a la formación del plural y a
la morfología verbal, y que, además, ha dado lugar a determinadas fonologizaciones
en el subsistema vocálico desconocidas en el castellano común. E1 peso dado al
estudio de este fenómeno sería desproporcionado en una realidad lingüística
como la aragonesa, la montañesa o la catalana. Por el contrario, un fenómeno
como la sonorización de oclusivas precedidas de nasal, o los resultados de los
grupos latinos de oclusiva más líquida, fundamentales dentro de la realidad
lingüística aragonesa, no tendrían demasiada importancia en Andalucía o en
Galicia.
La
fonética entre los hombres y las mujeres.
Gregorio
Salvador se encargó de la fonética masculina y fonética femenina en el habla de
Vertientes y Tarifa. Los resultados marcan el habla de las mujeres con el cuño
del arcaísmo: registran /l/ o restos de /l/ frente al yeísmo masculino;
conservación de -S final opuesta a la pérdida con abertura vocálica en los
hombres. En el mapa 1703, se documenta que, en el nordeste andaluz, la
oposición ll / y, es un rasgo
sistemático que diferencia las hablas de hombres y mujeres. Ellas van siempre
con los hablantes rurales y más conservadores. Hay distinto tratamiento de la /s/ final: en el mapa
1696, muestra que el área de la oposición fonológica de 1a abertura vocálica,
las mujeres conservan -S en J 204, Gr 200, Al 202 y en Al 203 se especifica que
las mujeres alternan la oposición de abertura con aspiración con la
conservación de -S. Ocurre igual con los mapas que documentan la /ɵ/ conservada
como -S o [Ɵ] en las mujeres, frente a la pérdida de los hombres. En zonas de
aspiración y pérdida, la terminación átona -as da soluciones palatales o
palatalizadas en una amplia geografía, mientras que 1as terminaciones-al, -ar.-
[ę] la tienen más reducida y parecen más propias de mujeres. En la zona centra1
de Andalucía, el cruce de Córdoba, Sevilla y Málaga, las mujeres llevan más
lejos y con mayor regularidad el proceso que desembocar en una e clara,
mientras que los hombres se quedan en una [ä] palatalizada: [kanä] (ellos) / [kané]
(ellas).
Ceceo/
seseo
En
el mapa 1705, que cartografía las áreas de mantenimiento de la oposición entre
/s/ y /ɵ/, es decir, las áreas de distinción y las de confusión en S (seseo) o
en z (ceceo), se puede considerar 1a situación de Málaga (Ma 406) que, en un
entorno genera1 de ceceo, sólo los hombres incultos de la ciudad y los
habitantes del campo cercano (anejos y cortijos) cecean. El resto sesea, como
corresponde a los andaluces cultos de norma sevillana, pero lo interesante es
ver que las mujeres del casco urbano se desmarcan de los hombres y se alinean
con los cultos y los semicultos. Y en Granada (Gr 309) los cultos y las mujeres
sesean, mientras que e1 resto cecea. Estos casos de Málaga y Granada en que la
mujer se adhiere al uso sevillano, prestigiado, mientras que el hombre de su
mismo estrato social cecea, como toda la zona, contrastan con el caso rura1 de
J 504, que se puede considerar "de libro": en una zona fronteriza de
ceceo, seseo y distinción, se sesea en el pueblo, el campo cecea, pero allí los
viejos y las mujeres mantienen la distinción.
En
los mapas 1876 y 1877 titulados, “Ya no
quiero”, “nada más” y “No lo haré” nunca
más, resultan que, en e1 primer mapa, frente a un entorno general en el que
se hace ná má(s), las mujeres de
Málaga y Jaén contestan nada má(s),
aunque más llamativo resulta el caso de Almería donde los hombres responden má(s) nada o má(s) ná, como en el campo, y las mujeres, nada más. Para (no lo haré)
nunca más en Málaga y Almería los hombres contestan má(s) nunca, mientras que las mujeres hacen nunca más, en un claro caso de adhesión a la norma más
"literaria", que también encuentra eco entre los cultos de Cádiz y de
Jaén, pero no en Sevilla, ni en Huelva, ni tampoco en Córdoba, porque no lo haré más nunca forma parte de los
usos comúnmente aceptados en andaluz[3].
En
lo referente a la morfología[4],
dos mapas emparentados entre sí resultan demostrativos. En e1 primero, campo y
capitales occidentales comparten un uso "dialectal" prestigiado; en
el segundo, las capitales orientales son las únicas en evitar un vulgarismo
dialectal. Se trata del mapa 1822 “Vosotros”
(pronombre personal de segunda persona, masculino, plural) y del 1823 OS, forma átona del mismo pronombre. El
mapa “Vosotros” atestigua el
resultado del proceso por el que “ustedes”
ocupa el lugar de “vosotros” en toda
la Andalucía occidental. Las capitales Huelva, Sevilla, Córdoba, Cádiz y Málaga
van afines, sin matizaciones de ningún tipo, con el campo. En el mapa siguiente,
“ustedes” corresponde con tota1
coherencia, el pronombre átono “se”,
mientras que en la Andalucía oriental, se conserva “vosotros”, las ciudades se separan del campo al rechazar sus hablantes
cultos el “sus” (Granada, Almería y
Jaén) en favor de “os”.
[1] Pilar GARCÍA MOUTON, EL ATLAS LINGÜÍSTICO Y ETNOGRÁFICO DE ANDALUCÍA.
HOMBRES Y MUJERES.
CAMPO Y CIUDAD, lKER 7, pp. 668. Referencia
por si les interesa el léxico de los
marineros peninsulares,
Alvar, Manuel. Atlas lingüístico de
los marineros peninsulares: cuestionario. Francke Verlag, 1974.
[2] Pilar GARCÍA MOUTON, EL ATLAS LINGÜÍSTICO Y ETNOGRÁFICO DE
ANDALUCÍA. HOMBRES Y MUJERES.
CAMPO Y CIUDAD, lKER 7, pp. 669.
[3] Pilar GARCÍA MOUTON, EL ATLAS LINGÜÍSTICO Y ETNOGRÁFICO DE
ANDALUCÍA. HOMBRES Y MUJERES.
E1
Cuestionario del ALP1 fue confeccionado por Tomás Navarro con la cooperación de
Amado Alonso y Angel Lacalle, quienes trabajaron fundamentalmente a partir de
los del ALF y del AIS en la parte dedicada al léxico. El Cuestionario del ALEA
fue elaborado en el año 1952. En la redacción del Cuestionario del aquel atlas,
Manuel Alvar tuvo en cuenta los del ALPI, el Cuestionario del ALC de Griera, el
del A. L. de Francia por regiones, el cuestionario lingüístico Hispanoamericano
de Navarro Tomás.
Cuando se proyecta un atlas regional se atiende a la
realidad interna del territorio estudiado, buscan un marco de mayores
dimensiones para encajar las piezas, y también buscan coordinarlas con otros
atlas regionales. En la preparación del cuestionario de un Atlas de pequeño
dominio es imprescindible tener en cuenta el tiempo cuando se realizó los
trabajos anteriores de cada territorio en cuestión para poder plasmar la
realidad lingüística (y, en su caso, etnográfica) propia. Los atlas lingüísticos
de grandes dominios sirven de marco y los de pequeño dominio con los que se
pretende que los datos sean comparables.
Los contenidos de los cuestionarios
Según Buesa Oliver, Tomás y Flores Luis (1954):” Atlas
Lingüístico-Etnográfico de Colombia” Centro Virtual Cervantes. BICC, X, pp.
150. La experiencia de diversos
dialectólogos aconseja que los recolectores del material para un atlas deben
poseer una buena preparación, antes de que comiencen las encuestas sobre el
terreno. Los resultados de la investigación dependen de los exploradores, ellos
son los primeros que reflejan con signos fonéticos los sonidos emitidos por las
bocas de los informantes.
Durante una encuesta, se procura plantear cada
pregunta siempre del mismo modo en todas las localidades para evitar
complicaciones en las respuestas. Las preguntas se realizan con métodos
indirectos como gestos, rodeos o perífrasis con el fin de que sean más
espontáneas y auténticas, y que el informador no esté influido por el
explorador. Para determinados aspectos léxicos, se utiliza álbumes de
fotografías y dibujos para enseñar los objetos. No siempre se puede registrar
las respuestas indirectamente, por eso de vez de dejarlas en blanco se las
obtiene preguntando directamente al individuo. Suelen anotar al lado de cada
respuesta, un signo auxiliar indicador del procedimiento usado y la reacción de
cada informante. Gracias a estos signos, cuando el lingüista examina los
resultados, estará en condiciones de comparar y explicar correctamente cada
respuesta. Se pretende copiar la primera contestación que se da el individuo
para evitar la repetición de las preguntas.
E1 Cuestionario de Griera, constó de 2886 preguntas, número
considerablemente alto, al del ALF que tenía 1820, y es de carácter fundamentalmente
léxico, aunque con presencia también de algunas cuestiones referidas a la
morfología. Las preguntas se presentan como una secuencia vertical de palabras
aisladas, organizadas sobre la base del significado. E1 Cuestionario del ALPI
contiene dos cuestionarios; uno con 411
preguntas, en el que se reflejan los fenómenos fundamentales articulatorios y
de fonética histórica, el otro cuestionario consiste de las innovaciones metodológicas
del AIS con respecto al ALF. En el ALEA se empleó un cuestionario único, que
comprende de 2500 preguntas (contando las adiciones), en las que se aborda de
modo diferenciado el estudio de la fonética (220 cuestiones), de la morfología,
de la sintaxis (70 frases de estructura sencilla) y del léxico (con unas 2000
preguntas organizadas en campos conceptuales).
En la parte de fonética, en el cuestionario del ALEA
se dedica un número considerable de preguntas al estudio de la suerte seguida
por la -s final, fenómeno de hondas repercusiones morfológicas, ya que afecta a
la formación del plural y a la morfología verbal, además, ha dado lugar a
determinadas “fonologizaciones[1]”
en el subsistema vocálico desconocidas en el castellano común. En todo cuestionario
se mezclan preguntas generales con cuestiones especializadas que deben reflejar
las peculiaridades físicas, económicas y la cultura popular de la región.
[1] MANUEL GONZALEZ GONZALEZ, “METODOLOGÍA DE LOS ATLAS LINGÜÍSTICOS
Este video es sobre como la guerra civil española
in 1937 afectó la biblioteca de Madrid. Narra cómo Tomas Navarro Tomas protegió
y salvo los trabajos del ALPI (Atlas Lingüístico de la Península Ibérica). Esta
guerra afectó muchos factores de la educación.
¿Cómo empezó la guerra civil? El siguiente
video lo explica:
La guerra civil española tuvo mucho que ver con
el desarrollo del ALPI, fue la causa por la cual Tomas Navarro trasladó y
depositó los materiales en Nueva York en
1937.
"Palabras,
sí, palabras, pero enlazadas a la cosa" (MANUEL ALVAR).
Los atlas lingüísticos de España
En
el año 1928, la Península Ibérica estaba en proceso de elaboración del Atlas
lingüístico de Catalunya. En este mismo año también se celebró el Congreso Internacional
de Lingüística de la Haya. No todas las regiones poseían un atlas lingüístico,
dado a esta situación en el campo de la geografía lingüística durante el
congreso se tomó el convenio de dirigir a la Sociedad de Naciones de tomar la
iniciativa de pedir a los gobiernos de cada región sus colaboraciones y apoyos económica para el
proyecto de los atlas en aquellos estados en que todavía no
existían. Según "METODOLOGÍA DE LOS ATLAS
LINGÜÍSTICOS EN ESPAÑA" por Manuel GONZÁLEZ GONZÁLEZ de la Universidad de Santiago,
el gobierno de España acogió la idea favorablemente y apoyo económicamente el
proyecto del ALPI (Atlas Lingüístico de la Península Ibérica) lo cual fue
encargado Tomas Navarro Tomas junto con Ramón Menendez Pidal. En 1914 T.
Navarro Tomas había definido sus líneas generales, su título y la idea de la
conveniencia de ampliarel atlas al
territorio portugués.
Durante la guerra civil española en 1937, tras el asedio de Madrid, los materiales
fueron trasladados a Valencia y luego a
Barcelona. En 1939, T. Navarro Tomas abandonó España con destino a Nueva York
donde los depositó en la Universidad de Columbia. En 1950, Tomas Navarro
entregó en Nueva York los materiales del ALPI a sus discípulos Rodríguez
Castellano y Sanchis Guarner, quienes los trasladan a Madrid y los
depositaron en el C.S.I.C (Consejo
Superior de Investigaciones Científicas). En 1947, elC.S.I.C decidió continuar los trabajos del ALPI, con
esta decisión, en los años 1952 llevaron a cabo las encuestas que faltaban en el
territorio políticamente español y en 1953 y 1954 fueron exploradas 77
localidades que faltaban en Portugal. En los años 1962 se publicó el segundo y
único volumen del atlas ya que por circunstancias
de diverso signo, no se consigue publicar
el primero. Mientras tanto, hubo otras iniciativas de otros atlas. En
1960, se publicó el atlas de Andorra de Antonio Griera.
La geografía lingüística de España empezó con la
iniciativa de Manuel Alvar quien empezó la
serie de los Atlas Lingüísticos Regionales. El empezó la publicación del Atlas
Lingüístico y etnográfico de Andalucía (ALEA) con la colaboración de
Antonio Llorente Maldonado de Guevera y
Gregorio Salvador. Este proyecto fue patrocinado por la"Fundación
Juan March". Ts. I y II, Universidad de Granada, Consejo Superior de
Investigaciones Científicas. T. I: Preliminares. El campo y sus cultivos (Mapas
1-287), 1961. T. II: Vegetales. Animales silvestres. Ganadería. Industrias
pecuarias. Animales domésticos. Apicultura (Mapas 288-638), 1963.
Los
atlas lingüísticos regionales cubren gran parte del territorio español, algunos
de ellos son:
En el
ALEA se exploran las 8 provincias andaluzas; el ALEArNR (Atlas lingüístico y etnográfico de Aragón, Nayarra y Rioja) las de
Navarra, Logroño, Huesca, Zaragoza, Teruel, así como algunos puntos limítrofes
de Vitoria, Burgos, Soria, Guadalajara, Cuenca, Valencia y Castellón; el
ALEICan (Atlas lingüístico y etnográfico
de las Islas Canarias) las islas Canarias; el ALECMan (ATLAS LINGÜISTICO (y etnográfico) DE CASTILLA-LA MANCHA) las
provincias de Albaeete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo; y, por
último, el ALES (El atlas lingüístico y
etnográfico de la provincia de Santander (España)) la comunidad de
Cantabria. Atlas Lingüístic del Domini Catalá (ALDC), el Atlas Lingüístic de la
Vall d'Aran, el Atlas Lingüístico Galego (ALGA), Atlas lingüístico y
etnográfico de El Bierzo.
Nota: Los mapas fueron encontrados en la "METODOLOGÍA DE LOS ATLAS LINGÜÍSTICOS
EN ESPAÑA" por Manuel GONZÁLEZ GONZÁLEZ (2008). Iker. Vol 7, pp 151-177.